Cuando no se pone empeño en la relación, el amor muere. Recuerda que un matrimonio crece o se debilita. Piensa en tu matrimonio como una planta: si lo fertilizan, dan agua y lo tratan cuando no es saludable, prosperará. Si dejan que crezca por sí sola, sin ningún tipo de atención, se marchitará.
Una de las quejas conyugales más comunes es la siguiente: "Ya no estamos más enamorados." Hay numerosas personas que solicitan el divorcio con la explicación, "Ya no amo a mi esposo". ¿Hacia dónde se ha ido el amor y cómo se puede recuperar?
Quisiera ahora tratar la segunda cuestión primero. Si eres quien ha perdido los sentimientos de amor, no hay una respuesta simple y efectiva a tu pregunta. Recupéralo amando a tu pareja. Llegué por primera vez a este método hace diez años. Stephen R. Covey, autor de Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, nos dice que el amor no es un sentimiento, es una acción. Si no sientes la calidez y afecto por parte de tu pareja, hazte una pregunta sencilla: ¿Estás actuando de forma afectiva y cariñosa con tu pareja? Si no, ahí está tu solución.
No puedes mantener los sentimientos de amor y afecto a menos que actúes de una manera amorosa hacia tu pareja. Esto significa que debes escuchar a tu pareja. Haz cumplidos y aprecia verbalmente a tu pareja. Piensas en un millón de maneras de demostrarle a tu pareja lo mucho que lo respetas, admiras, confías y crees en él o ella. Tal vez puedas dar a tu pareja una tarjeta de vacaciones, tal vez lo sorprendas lavando su automóvil, o iniciando un masaje en la espalda en una noche tranquila de semana. Aprenderás más acerca de este concepto en mi libro “Recuperar Mi Matrimonio”.
Puedes no ser capaz de cambiar tus sentimientos por pura fuerza de voluntad, pero aún así puedes cambiar tu comportamiento. Por suerte, cambiar tu comportamiento es a menudo todo lo que se necesita para cambiar tus sentimientos. Si ya no amas a tu pareja, entonces enamórate de tu pareja aún más. No es una contradicción. Pon en manifiesto el amor que quieres sentir.