DISTANCIARSE:
EVITA QUE TE PASE A TI!
por Natalia Fernández
Sin embargo, qué es "Distanciarse"?
En la Parte 1, le dije que los
matrimonios o crecen o se debilitan. Si no pone ningún
esfuerzo en su matrimonio, no lo está manteniendo: está
dejando que se deteriore.
Del mismo modo, en todo momento se están
alejando o acercando. Si no se comunican, no se tocan, y
no pasan tiempo juntos, entonces se están distanciando.
Es sorprendente la poca gente que sabe realmente
sobre su cónyuge. ¿Sabe quién es el mayor modelo a seguir de su cónyuge?
Conoce el libro o CD que su pareja quisiera tener si
él o ella se quedara varada en una isla desierta? Sabe cuál es su
color favorito? Sabe exactamente lo que su cónyuge hace en el trabajo?
Conocer a alguien de verdad, por dentro y
por fuera, requiere esfuerzo. La mayoría de nosotros
prefiere aprender más sobre nuestras propias
preferencias, opiniones e ideas que las de nuestro
cónyuge. Sin embargo, un matrimonio sólido es aquel
donde los individuos hacen un esfuerzo para averiguar que
está pasando dentro de la cabeza de su cónyuge. Ellos aprecian,
comprenden y respetan esa información.
Crecer juntos significa
compartir juntos. No significa pensar igual, o evitar
conflictos, o no tener desacuerdos. No quiere
decir que ninguno de los dos jamás cambie. Crecer, por
definición, es cambiar. Un matrimonio
saludable es aquel en el que dos personas maduran y
cambian sus ideas, perspectivas y planes. El truco consiste
en compartir esos cambios de manera abierta y honesta con
su pareja a medida que ocurren.
Al crecer juntos, comparte lo que está pensando,
sintiendo y esperando. No es la misma persona que su pareja
conoció. En cambio, encontró nuevos pasatiempos, nuevas pasiones y nuevos
puestos de trabajo que mantienen su vida apasionante y siempre sorprendente.
Incluso cuando su nuevo rumbo parece conducirlo en una dirección opuesta a la
de su cónyuge, suele ser simplemente la percepción antigua que lo hace parecer
así. Los
cónyuges pueden ser resistentes a los cambios en su pareja, porque los ven como
una señal de que su pareja no está satisfecha con las cosas como están.
Conforte a su pareja. Cualquiera sea el nuevo rumbo que tome, es necesario
involucrar y asegurar por completo a su pareja de que nada va a interrumpir el
tiempo de pareja. Los cambios dan miedo, pero cuando hay comunicación,
honestidad y voluntad de compromiso en cada paso del camino, el cambio puede
ser una cosa muy positiva.
Veamos el ejemplo de Juan y Marisa. Durante
los primeros cinco años de su matrimonio, Juan se quedaba en casa, mientras
Marisa trabajaba. Ella notó que aumentaba de peso, se aburría, y escuchaba con
envidia a sus amigas solteras por sus empleos y experiencias
innovadoras. Al principio, ella se lo atribuyó a su
matrimonio. Entonces, una amiga sincera le recordó que sus votos
matrimoniales no incluyen la promesa de hacer siempre lo mismo hasta que la
muerte los separe. Esa noche, ella le dijo a Juan que quería volver a
trabajar y probar una suscripción de tres meses en un gimnasio. Se sintió
horrorizado. Él creyó que eso significaba que ella no estaba feliz con la
manera en que él abastecía a la familia, y que la única razón por la que ella
quisiera desear ir al gimnasio era para verse bien, verse bien para otro
hombre. Tuvieron una gran discusión, y Juan le prohibió a Marisa buscar
trabajo. La tensión en su matrimonio estaba al punto de la ruptura.
Intervino su párroco antes de que Juan y Marisa
pudieran sentarse y hablar de sus sentimientos, sin enojarse. Marisa le
dijo a Juan que ella necesitaba seguir creciendo y probar más de la vida, pero
que quería hacerlo con él, no sin él. Juan confesó que le preocupaba que
Marisa conociera a alguien nuevo si comenzaba a trabajar fuera del
hogar. Su párroco los alentó a ambos a continuar hablando abiertamente y
con honestidad, e involucrarse el uno con el otro a medida que su vida
cambiaba. En consecuencia, Marisa decidió ir al gimnasio, junto con
Juan. El nuevo trabajo de Marisa les dio a ambos mucho más de qué hablar
por las noches, y mejoró su comunicación. Además, el ingreso extra les dio
más dinero para salir y hacer las actividades de las que disfrutaban. Finalmente,
el cambio al que Juan temía, realmente fortaleció su matrimonio.
Marisa y Juan aprendieron algunas lecciones
valiosas:
1. Cuando una pareja sugiere un cambio, la
otra parte a menudo se siente criticada indirectamente,
creyendo que su pareja quiere decir que la situación actual no es bastante
buena. Reconfortar a su pareja es esencial durante este difícil momento.
2. A
veces es necesaria la ayuda profesional (como la de un párroco o consejero
matrimonial) para que pueda decir como se siente realmente.
3. Cualquier
cambio que pueda ser llevado a cabo mutuamente (tal como el de Marisa y Juan de
ir juntos al gimnasio) es mejor que un cambio que solo puede llevarse a cabo de
forma individual.